domingo, 10 de julio de 2011

1. La importancia de la BASE TEXTUAL GRIEGA para las traducciones españolas del Nuevo Testamento.



Cada versión del Nuevo Testamento (NT) en lengua española es una traducción de un texto griego del NT. Este texto básico griego, por su parte se basa en los más de 5.000 manuscritos griegos del Nuevo Testamento que conocemos hoy. Estos a su vez son todos copias de copias anteriores que al final se basan en los manuscritos originales. Las palabras de cada traducción de la Biblia quedan determinadas por las palabras de la base griega que se utilice en la traducción. Por eso es de mucha importancia para todo lector de la Biblia, saber en qué texto básico se apoya la Biblia que él utiliza.



Las traducciones de la Biblia que surgieron de la Reforma y el "Textus Receptus" del Nuevo Testamento.

Se puede decir que todas las traducciones de la Biblia a las lenguas comunes o vulgares de las diferentes naciones se remontan al tiempo de la Reforma. Por la gracia de Dios en aquel entonces los pueblos de Europa y aún más allá de este continente recibieron las Sagradas Escrituras en sus propias lenguas. En muchos países terminó el negro dominio de la iglesia católica, que privaba a las personas de la verdad de la Biblia e impedía, en parte de manera sangrienta, cualquier traducción de la Biblia a las lenguas populares. En los siglos que siguieron, la Palabra de Dios libremente accesible produjo frutos maravillosos en la salvación de muchas personas. La Biblia se tradujo a cada vez más lenguas populares, cuando los mensajeros llamados por Dios llevaron el evangelio a todo el mundo. Millones de personas en todo el mundo fueron tocados, iluminados y llevados a la conversión y al nuevo nacimiento por la Palabra de Dios. Para ellos la Sagrada Escritura llegó a ser la autoridad suprema de su vida espiritual.
Desde el tiempo de la Reforma hasta finales del Siglo XIX todas las traducciones protestantes de la Biblia, como por ejemplo la de Lutero, la Biblia original de Zurich, la Biblia del Rey Jaime (King James) de Inglaterra, la versión de Reina-Valera en España y otras, para el Nuevo Testamento se basaban en un mismo texto griego, el llamado "Textus Receptus" ["Texto recibido o aceptado por todos"]. Este había sido publicado por primera vez en el año 1516 por el erudito Erasmo de Rotterdam. Todos los reformadores recibieron este texto como dado por Dios y fiable. Pero también le aprobaron unánimes millones de creyentes de distintas convicciones. De modo que el Textus Receptus del Nuevo Testamento fue durante más de 350 años para todos los creyentes la base fiable e indiscutida de su fe.


El surgimiento de la crítica textual y de las Biblias críticas (1)

Pero con el Siglo XIX ganó influencia la ciencia de la "crítica textual" entre las iglesias y los teólogos. Ésta pretendía construir un texto básico "mejor", más aproximado al texto original, por medio del examen de manuscritos (abrev.: mss) particulares y suposiciones propias. Al hacerlo se apoyaban en algunos manuscritos muy viejos que en numerosos pasajes se apartaban del texto recibido de la Reforma. Algunos de los más conocidos críticos textuales del Siglo XIX son Constantin Tischendorf, Brooke Foss Westcott y Fenton John Anthony Hort. Frente al Textus Receptus pusieron ediciones críticas del NT griego, que contenían numerosas tachaduras y cambios del texto bíblico transmitido durante siglos. Al cabo del tiempo adquirió cada vez más
importancia la edición del crítico textual alemán Eberhard Nestle. Después de éste continuaron su trabajo su hijo Erwin Nestle y luego Kurt Aland. La edición "Nestle-Aland" (= NA) del NT griego es hoy el texto estándar para teólogos y sociedades bíblicas.
Paso a paso los cambios originados en el texto tradicional por la crítica textual fueron penetrando en las versiones de la Biblia. Con la publicación de la English Revised Version de 1881, que debía sustituir la Authorized Version ("La Biblia del Rey Jaime") de 1611, por primera vez una gran traducción de la Biblia se basó en un texto básico crítico del NT compilado por la crítica textual. Pero esta revisión halló poca aprobación entre los creyentes ingleses. Hasta el día de hoy, la Biblia del Rey Jaime ocupa un lugar especial en los países de habla inglesa y es apreciada y conservada por muchos creyentes que creen fielmente en la
autoridad e inspiración de la Biblia.
Hasta 1912, en Alemania la Biblia de Lutero aún se basaba íntegramente en el Textus Receptus. En 1912 sólo se cambiaron unos pocos pasajes. La incursión de la crítica textual vino con la revisión de 1956. Desde entonces la Biblia de Lutero por lo general sigue el nuevo estándar del texto crítico de "Nestle-Aland". La Biblia alemana de "Schlachter" (1905) por lo general siguió el Textus Receptus y le conservó especialmente en los pasajes espiritualmente importantes. Con algunas restricciones, esto se puede decir también de la antigua traducción de Elberfeld (1855). Las traducciones y revisiones más recientes se basan casi exclusivamente en Nestle-Aland. En España las versiones Reina-Valera 1909 y 1960 se apoyan casi totalmente en el Textus Receptus, mientras que las traducciones modernas como la de "Dios habla hoy" y la "Biblia de las Américas" presentan muchos de los cambios críticos por tomar el texto de Nestle-Aland
como base.


¿Textus Receptus o Nestle-Aland?


Los lectores de la Biblia española, por lo tanto, pueden escoger entre dos clases distintas de traducciones del NT: versiones basadas en el texto de la Reforma y versiones que se basan en un texto científico-crítico con omisiones y cambios. Pero la mayoría de los lectores en muy pocos casos son conscientes de la diferencia. Esto se debe en parte a que más del 80 % del texto neotestamentario no se ve afectado por las diferencias textuales. Muchos lectores más jóvenes ya no conocen las Biblias basadas en el texto tradicional.
Es lamentable que a menudo también entre los lectores más maduros y predicadores de la Palabra de Dios se sepa tan poco sobre la historia y las causas de la incursión de la crítica textual en nuestras versiones de la Biblia. La mayoría de los lectores de la Biblia se conforman con las explicaciones dadas en las nuevas revisiones y versiones que dicen basarse en el texto griego fiable del NT según los más recientes conocimientos científicos. Y es lógico, pues no tienen ninguna clase de información o argumentos contrarios que rebatan estas afirmaciones.
Entonces ¿ha perdido su puesto el texto recibido de la Reforma, como consecuencia del avance científico y sería justificado desecharle como tantas otras cosas? Un buen número de creyentes serios no son de esta convicción. Sobre todo en los Estados Unidos de América hay muchos creyentes fieles a la Biblia que consideran hoy todavía al Textus Receptus como el texto del NT conservado y dado por Dios. También en los países de lengua alemana muchos lectores de la Biblia de avanzada edad no han dejado la Biblia de Lutero de 1912, porque sentían que con las revisiones desde 1956 en adelante se cambió más que algunas meras palabras anticuadas. En el año 1999 se publicará en Alemania la Biblia revisada de Schlachter, y con ella una traducción del NT que se basará exclusivamente en el texto recibido de la Reforma.
Muchos lectores se preguntarán por qué al final del Siglo XX se toma como base de una traducción de la Biblia un texto acerca del que han oído que sería "anticuado" y "poco fiable".Pero hay buenas razones para defender el texto recibido de la Reforma e incluso para volver a él conscientemente - precisamente hoy en día, cuando la crítica bíblica y el poner en duda la Palabra de Dios se está extendiendo cada vez más. A continuación quiero intentar dar unas informaciones acerca de lo que es el texto recibido de la Reforma y explicar porqué los creyentes que creen fielmente en la autoridad e inspiración de la Biblia aún hoy lo pueden aceptar como el texto del NT que Dios ha guardado y transmitido con toda garantía.

Continuará...


(1)  Cuando hablamos de "Biblias críticas" nos referimos a Biblias que tienen como base un texto griego establecido por la crítica textual.

 "La transmisión del texto del Nuevo Testamento y nuestras Biblias de hoy"  Capítulo I

por Rudolf Ebertshäuser

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