martes, 28 de diciembre de 2010

BLANCO COMO LA NIEVE





Cuando queremos resaltar la blancura de un objeto, utilizamos esta expresión, blanco como la nieve; es decir blanco blanquísimo, blanco purísimo. Porque la nieve es blanca blanquísima, y esta blancura es el resultado del “reflejo” de la luz  del sol. Intentemos explicarlo con un sencillo experimento:

Un cubito de hielo es traslúcido, es casi transparente, pero no es blanco, sin embargo la nieve, teniendo la misma composición química que el cubito de hielo (H2O) es blanca. Coge ese cubito y quebrántalo, tritúralo, rómpelo en pedacitos cada vez más pequeño (manteniendo su temperatura bajo cero) y entonces empezarás a verlo cada vez más blanco, parecido a la nieve.

Y es que la nieve esta formada por un montón de pequeñísimos "cubitos" de hielo (mejor dicho asombrosos cristalitos) separados entre si. Cuando la luz penetra en una capa de nieve, atraviesa los cristales de la superficie, cambiando ligeramente su dirección y rebotando ésta en otros cristales, que a su vez la desvían hacia otros, y así sucesivamente, formando una inmensa red de refracción. 


Esto sucede con  toda frecuencia visible de la luz (los siete colores del arcoiris). Con lo cual, si refleja todas las frecuencias el color que vemos es el blanco. 

Isaías tambien utilizó esta expresión, blanco como la nieve, y lo hizo, para destacar el increible resultado que experimenta el corazón del hombre pecador cuando este deja que Dios actúe en él. Dice Isaías en el capítulo uno, verso diecinueve:

"Venid, pues, dice el Señor; y razonemos juntos: Aunque vuestros pecados sean como la grana, llegarán a ser blancos como la nieve”.

Corazones manchados por el pecado, sucios, llenos de inmundicia, avaricia e hipocresía. Tal condición solo merecía el juicio inminente de parte de Dios. Sin embargo el mensaje de Isaías no es solo de denuncia y juicio, hay esperanza. Si hay arrepentimiento habrá perdón de pecados. Y de esto nos habla el verso dieciseis.


"Lavaos y limpiaos;  quitad la iniquidad de vuestras obras de delante de mis ojos;  dejad de hacer lo malo;" 


 Este verso habla de la necesidad primera del arrepentimiento, reconociendo nuestros pecados, nuestra indigencia y condenación delante de Dios. Solo cuando nos vemos como Dios nos ve, dejamos de engañarnos a nosotros mismos, preparando nuestro corazón para un encuentro con Dios.

El primer verbo: LAVAOS, habla de un lavamiento externo, que simbolizaba el deseo del arrepentido de deshacerse del pecado, de dejar de hacer lo malo. Pero no solo era un deseo, iba acompañado de la acción. Obras dignas de arrepentimiento; que diría Juan el Bautista. Porque el arrepentimiento es más que un simple sentimiento o confesión:

El que encubre sus pecados no prosperará; 
Mas el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia. (Pro 28:13)

El segundo verbo que aparece en el versículo (limpiaos) tiene un significado más profundo; nos habla de la actitud del corazón para recibir la Gracia de Dios. LIMPIAOS, (zaká) viene de una raíz  que significa: ser traslúcido, transparente, figuradamente, ser inocente como un niño, es decir sencillo, sin doblez, crédulo, sincero.



Ser traslucidos; es decir, dejar pasar la Luz a nuestro interior... como el hielo, como la nieve, dejar que la LUZ DE DIOS penetre en nuestros corazones, rebote, quebrante, alumbre, se expanda y transforme el corazón y la vida. 


"Venid, pues, dice el Señor; y razonemos juntos: Aunque vuestros pecados sean como la grana, llegarán a ser blancos como la nieve”.


Y llamando Jesús a un niño,  lo puso en medio de ellos, y dijo:  De cierto os digo,  que si no os volvéis y os hacéis como niños,  no entraréis en el reino de los cielos.                 Mat 18:2-3


Otra vez Jesús les habló,  diciendo:  Yo soy la luz del mundo;  el que me sigue,  no andará en tinieblas,  sino que tendrá la Luz de la vida.       Juan 8:12       

Aquella Luz verdadera,  que alumbra a todo hombre,  venía a este mundo...  a todos los que le recibieron,  a los que creen en su nombre,  les dio potestad de ser hechos hijos de Dios;   Juan 1:9-12
                                                                                                                    
                                                              
                                                                                                                                        A Wretch







viernes, 10 de diciembre de 2010

¿QUE DIRÍAS?



Si fuera hoy esa noche ¿Qué harías? seguirías tu la estrella. Qué impulsaria cada paso sin remota idea, sin saber que encontrarías.  Tendrías suficiente fe para encontrar al Rey. Darías lo que te dijiera el corazón. 




 ¿Qué dirías? frente a Él 
sabrías que importante es 
recordarías siempre ese momento. 
¿Qué tan fuerte latiría?
ese corazón 
que en un futuro
el Rey del mundo ocuparía.
 
Tal vez no tengas nada para darle
no tienes que impresionarle. 
No esta esperando nada
que no puedas darle,
mas bien quiere a ti entregarte.
La gracia y el perdón
que necesitas hoy
lo que tu corazón siempre anheló 




 //¿Qué dirías? frente a Él 
sabrías qué importante es 
recordarías siempre ese momento. 
¿Qué tan fuerte latiría?
ese corazón
que en un futuro
el Rey del mundo ocuparía.//
                                                                                               Adrián Roberto

sábado, 4 de diciembre de 2010

EL MURO DE ISAÍAS

Naciones Unidas (ONU) es una organización internacional formada por 192 estados soberanos. La Organización nació oficialmente el 24 de octubre de 1945. Fue creada a raíz de la Segunda Guerra Mundial. Las Naciones Unidas desempeñan un papel central en varios asuntos de interés general tales como: Reducir las tensiones internacionales, Prevenir conflictos, Poner fin a las hostilidades que ya se hayan producido además de promover el progreso social (alimentos, erradicar enfermedades, derechos sociales, etc). En dos palabras: PAZ Y JUSTICIA en la tierra.
Pero seamos realistas, en la actualidad, existen más de 30 guerras y conflictos armados alrededor de todo el mundo. Todos los intentos de los hombres por establecer la paz mundial han fracasado, están fracasando y fracasarán. ¿por qué? El problema está en el hombre. En su naturaleza “caída”; que se manifiesta sobre todo en su egoísmo, orgullo, codicia; todo esto lleva al hombre a la violencia con tal de conseguir sus propósitos. Lo mismo pasa con las naciones que no pueden ver que otras las supere; por eso todas se arman hasta los dientes, muchas veces por encima de sus recursos.

En el exterior de la sede de Naciones Unidas en New York , en lo que se conoce como “Plaza de Naciones Unidas” hay varios monumentos dedicados a la paz, uno de ellos se lo conoce como “el muro de Isaias”. Es un gran muro de piedra que tiene grabadas unas palabras del profeta Isaías.

"Volverán sus espadas en rejas de arado, y sus lanzas en hoces; no alzará espada nación contra nación, ni se adiestrarán más para la guerra". Isaías 2:4


Quizás palabras como estas, son las que inspiraron y alentaron a los fundadores de Naciones Unidas. Todos los pueblos de la Tierra viviendo en paz y renunciando para siempre a la violencia. Preciosas las palabras de este muro... pero tristes; ¿Por qué? Porque Isaías no dijo eso, Isaías dijo mucho más. La cita no está completa. Falta la primera parte del versículo, la más importante; la que hace referencia a Dios. ¿Por qué el hombre, aún para una buena causa se olvida de Dios? Dice Isaías en el capítulo dos, verso cuatro:

"Y el Señor juzgará entre las naciones y reprenderá a muchos pueblos; y volverán sus espadas en rejas de arado; no alzará espada nación contra nación, ni se adiestrarán más para la guerra"

  La paz y justicia anhelada por los hombres no es una utopía. Isaías nos habla de un periodo futuro donde esto será una realidad, pero no gracias a los méritos del hombre y sus iniciativas. La paz y justicia entre los pueblos será posible gracias al gobierno de Aquél que vendrá por segunda vez a la Tierra para juzgar con justicia y establecer la paz. Será un periodo de prosperidad, las naciones podrán invertir lo que antes se gastaban en armamento en cosas más productivas como en agricultura. Serán mil años de:
 JUSTICIA Y PAZ EN LA TIERRA.

Este mismo Jesús que en un futuro próximo reinará sobre toda la tierra, quiere reinar en tu vida y tu corazón. Quiere que disfrutes de la paz verdadera y revestirte de su justicia.

 "La paz les dejo;  mi paz les doy.  Yo no se la doy a ustedes como la da el mundo.  No se angustien ni tengan miedo."  Juan 14:27

"Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo" Romanos 5:1